miércoles, 2 de marzo de 2011

Viernes lector: "La mujer"

Ella tiene cuatro años, no sabe lo que significa la palabra mujer, tampoco sabe que, en algún futuro no demasiado lejano lo será.. Ella será mujer, con todo lo que eso conlleva. Por lo pronto se dedica a jugar hasta que el cansancio le agote, y a reír a carcajadas sin que nada importe más que el propio disfrute del momento.. Quizá no sepa aún lo que significa morir, ni guerra, y supongo, tampoco sabe de dolor.. pero hay algo que sí sabe, a pesar de no entender el significado de la palabra, sabe ser feliz, y lo más importante es lo que hace sin a penas darse cuenta..

Ella es mujer, y al igual que muchas otras, se levanta temprano, antes de que el sol asome por las rendijas de la persiana, aún no subida, de su habitación.. es de esas que pretenden no hacer ni el más mínimo ruido, y lo consigue.. Ella mira a sus hijos a distancia, pero no se atreve a decirles cuánto les quiere, están creciendo y no querría avergonzarlos.. pero es un afecto mutuo, ambas partes son conscientes.. Da la vida por ellos y éstos, a pesar de ser pequeños, aprecian el esfuerzo de su madre, madre que cada vez tiene más ojeras, y alguna que otra arruga, pero sigue siendo tan maravillosa como siempre. Es de esas mujeres que miran por la ventana nostálgicas sólo cuando creen que nadie les ve, es una de las que lloran en silencio, de las que se alegran más por sus hijos que por ellas mismas.. Aunque no lo quiera reconocer y se esconda detrás de la modestia, se merece todo lo bueno y más..

Ella es mujer, y como otras tantas cuenta hasta más de 80 años de edad, ha sufrido los efectos de una posguerra, con todo lo que eso supone. Ella, muy posiblemente, halla visto a alguien morir delante suya, y a pesar de todo, ahí está, al pie del cañón, ella y su alegría.. Tiene las manos agrietadas, pues lleva toda la vida trabajando, desde que era bien pequeña.. Nunca la he visto llorar, por lo menos no de pena.. Comparte conmigo su sabiduría y algún que otro consejo, dejó la escuela cuando era muy joven, más que yo, no se acuerda de cómo se escribía, casi no puede ver, así que leer, menos.. aún así, sus experiencias son dignas de mención y recuerdo.. Alguna vez me contó cómo se las apañaban para comer cuando no había, prácticamente, nada de comida, y cuando no, me ensaña a jugar a juegos populares en los que, con sólo una piedra, podías pasar el día entero.. Ella me dice que es feliz porque ha llegado a verme, yo le digo que soy feliz porque sin ella yo, no sería yo..

Sea como fuere, todas son (o serán mujeres) fuera de condiciones, de pensamientos y de etiquetas estereotipadas. Son y serán las que den vida a éste, a veces insulso, pero mundo al fin y al cabo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque no te guste utilizar etiquetas, y las cosas se deben hacer tan cual vienen, realmente este relato es ideal para el próximo día 8, Día Internacional de la Mujer (o de la Mujer Trabajadora, dependiendo de quién lo diga).

Muy emotivo el relato. Como siempre, demuestras una gran capacidad para transmitir emociones.

Todo un placer visitar tu blog.

¿Has compartido, con esa mujer de manos arrugadas por el tiempo, lo que eres capaz de transmitir? Seguro que se sentiría la persona más orgullosa del mundo.

Marina Muñoz dijo...

No me gusta utilizar etiquetas en ciertas cosas, está claro que para otras muchas se debe o es lo más adecuado.
Éste relato lo he hecho con ese propósito. En mi instituto se celebra, los primeros viernes de cada mes, el viernes lector, que cada vez va dedicado a algún tema en concreto, y este va del 8 de marzo.

Muchas gracias, de verdad, así da gusto, como ya dije en alguna que otra ocasión.

Me gustaría poder hacerlo, de verdad, pero por unas ciertas circunstancias no lo puedo hacer.. En fin..

¡Muchas gracias por visitar mi blog!