Simple y llanamente..

Ayer vi una piedra y me pregunté cuánta misma gente la habría visto y por cuántos sitios habría pasado para estar donde está..
Hoy me he fijado en un trozo de asfalto y me he preguntado cuánta gente habría pisado por donde yo he pisado y cuántas capas de sedimentos habría debajo.. ¿Qué habría pasado allí? 

Hace más bien poco, me fijé en todas y cada una de las gotas de agua que caían y me pregunté que qué habrían visto esas gotas que ahora mismo veo yo, ¿Dónde habrían caído?

Acostumbro también a mirar las montañas, y a imaginarme arriba de alguna de ellas gritando a pleno pulmón, sin que nada importe. Prometo que lo conseguiré y ese día será uno de los días más felices de mi vida.. mientras que eso no se cumpla me remito a interrogarme a mí misma sobre si esas montañas habrán estado ahí siempre o no.. y qué habrán visto..
Hace meses me regalaron una piedra de una de las primeras universidades (o la primera, no recuerdo bien) que se edificaron en España y, a pesar de ser sólo eso, una piedra parece que transmite, o quiere transmitir algo más..

Los objetos para mí siempre serán algo más que objetos, siempre lo he dicho. Me transmiten cosas, tienen, por decirlo de alguna manera, una dimensión espiritual que, por decirlo de otra manera sólo podemos reconocer y valorar nosotros, y más que nosotros, nuestra dimensión espiritual. Pues si bien está claro que somos algo más que carne, que sentimos y hacemos sentir, pues los objetos también..

No serán simples y llanos objetos, nunca.. Otra cosa es que no nos demos cuenta..

No hay más de lo que no quieras ver, recuerda..

Es cierto, no puedo dejar de pensar en la muerte, la vida, las creencias, las maneras de- y  no saco nada de nada, de ninguna de las cosas..

Amor, más que amar..

No encuentro mayor solución que el silencio. Es tarde, y has de
saber pues, Amor, a pesar de tu ausencia, que el alba nos persigue y el crepúsculo aguarda..
Dios sabe cuantas noches he soñado con tu ser y cuantas otras imaginé tus cabellos descansando sobre mi pecho, mis brazos
rodeándote, como quien no quiere perecer en el intento, y tus labios.. tus labios no eran más que aquellos que
incitaban a caer en el abismo de la mismísima
gloria mientras que, tus manos, se fundían con las mías formando una sola. Falsa
esperanza o profundo miedo, quizás.. ¿Por qué he de sufrir siendo el amor y el amar tan hermoso como cuentan? ¿De qué sirven
las lágrimas derramadas si no te puedo alcanzar? Aún recuerdo los primeros amoríos, los primeros abrazos y algún que otro
primer beso. ¡Cuán sencillo era!
Escucha bien, pues no encuentro mayor mal que el de amores, en él se hallan otros miles más..

Intento de sublevación. Gana la indiferencia..

Hoy acabo de ver y comprobar cómo es la sociedad, como es el entorno en el que vivimos, y lo único que puedo decir es que me da asco. Es frustrante ver como adultos, que se supone que son los que han de tomar las decisiones,  que son los que tienen el poder, pasan olímpicamente de las normas que ellos mismos aplican para que sean cumplidas y respetadas por nosotros, los alumnos, sus alumnos. ¡Pues no! Ya estoy cansada, sólo quiero hacer lo que debo sin quedar como una tonta, sólo quiero hacer lo correcto y no sentirme como una idiota por ello, porque me parece indignante que nadie actúe ante nada, la indiferencia, la parsimonia que llevamos. Normal, normal que las cosas vayan como vayan, normal..

Nada, en transparente..

Y es que, no se me ocurre mayor solución que el silencio esta noche..

Pequeños momentos..

Es cierto lo que dicen, la vida está hecha de épocas, que se subdividen en momentos, hay momentos pequeños y grandes, los grandes, normalmente, se nos olvidan, son demasiado importantes como para recordarlos, y sí, nos quedamos con los pequeños. Dentro de los pequeños están las horas, minutos y segundos.. que en relación al momento pasan o muy rápido o muy lentos, o.. simplemente, no pasan.. Incluso hay quien pierde la noción del tiempo, se paraliza el momento, y, quizás, hasta le de tiempo a hacer una foto.. Es la relatividad del tiempo, esa, que, a veces tanto quiero, y otras tantas odio a más no poder..

Gracias, Tiempo, por dejarme vivir contigo, por hacer de tiempo, horas, minutos y segundos.. Relativos, pero tiempo al fin y al cabo.

Diferencial amoroso..

Amor innecesario, impaciente, agobiante. Amor prohibido, permitido o desconocido. Amor verde, azul, amarillo, negro. Amor triangular, cuadrado, redondo. Amor paciente y agente. Amor bajo, alto, amor medio. Amor intenso o débil. Amor impoluto, extraño. Amor imposible, fácil, innato. Amor ignorado, valorado. Amor real, irreal, abstracto. Amor interesante, indiferente. Amor cariñoso, frío. Amor perdido, buscado y encontrado. Amor escondido, abierto. Pero al fin y al cabo, AMOR.

Vida perruna..

Tengo una perra, aquí, a mi lado.. Es negra, pequeñita y sobable. Tiene el pelo algo largo, muy poco, manchas marrones que le caracterizan, que hacen aún más dulce su cara y, sus ojos.. sus ojos brillan y deslumbran, piden amor, caricias y algo de comida, también.. Suele estar calentita, y no le gusta que le toque con las manos frías, no es tonta, no. Me encanta que al llegar a casa, me reciba moviendo su rabo, y dando pequeños saltos al rededor mía, como dándome las gracias. Lo que ella no sabe es que yo soy quien tiene que tiene que dárselas.

Me levanto temprano y ella conmigo, supongo que cuando salgo de casa se acuesta otra vez hasta que yo llego, comerá algo y ya está.. Qué a gusto, qué vida la suya..

Si bien es cierto que a todos nos gusta descansar de vez en cuando, sentarnos en el sofá y esperar a que los milenios pasen, sin ni siquiera verlos venir.. Pero, ¿De verdad estaríamos dispuestos a pasarnos así el resto de nuestra vida? Yo, por lo menos, no.. No soy muy activa, es más, me considero tranquila y paciente.. Soy persona que quiere disfrutar de sus capacidades, pues alguien o algo, alguna cosa extraña y, quizás perruna también, por qué no, nos doto de boca, dedos, cerebro, conciencia y, aunque ello implique responsabilidades, me gusta poder hacer uso de éstas características tan peculiares que nos diferencian del resto del reino animal, a pesar de que, a veces, queramos ocultarlo detrás de la máscara oscura de la sociedad..

Maneras..

Levántate, acto seguido pon esta canción y baila, salta. Luego dime que no ha sido un buen comienzo, sabes que es mentira.

Luna, tierna y dulce Luna..

Hoy me he parado a mirarte, Luna, y parecías ser la más hermosa de entre todas las constelaciones que te rodean. Todas ellas, envidiosas, pretenden arrebatarte el brillo que hace que destaques, pero, escucha, ellas no son más que tú por eso, siempre serás, para mí, la Luna, mí Luna.
Seguro que tus ojos han contemplado miles de escenas absurdas, otras tantas miles atroces y millones, espero, románticas, esas escenas del sueño, Luna, dime, ¿Es verdad lo que cuentan?, ¿Es verdad que sólo hace falta amor?. Dime.
Tu color es blanco pálido, espero que no te estés poniendo mala, no me extrañaría, con los hechos tan deplorables que ahora nos acontecen lo que me sorprende, querida, es que no hayas muerto. Sé que eres fuerte y que aguantarás, porque quiero que sigas proporcionando luz cuando la oscuridad nos devore..

Tengo sueño, y no consigo dormir, Luna, cántame una nana y cuéntame un cuento. Vale, ahora podré dormir. Luna, espera, no te vayas.. quédate un poco más conmigo..

Necesito algo que ilumine mi camino, te necesito a ti..

Permanencia persistente..

Tengo sueño, y es normal, soy persona, soy humana, existo, o eso creo. No puedo llegar a entender entonces que miles de personas, millones, mejor dicho, tengan que dejar su vida, sus vidas, la gente que les rodea, sus sueños y su sueño porque no tengan un lugar para dormir, ni para comer. No tengan vida.
El hecho de que yo duerma tranquila, que coma lo que quiera, que pueda estudiar, no hace que tome conciencia al cien por cien del desastre universal que nos acontece, y no hablo sólo del paro, hablo del submundo que pronto se convertirá en mundo, porque lo normal será pasar hambre y tener suerte si aún conservas tu casa. Y quizás sea que soy un poco catastrofista, que exagero, pero, ¿Y si no es así? Es cierto, hablar de que eso sucederá en 10 años puede ser precipitado, pero concienciarse cuesta, pues la conciencia no entra sola en nuestra vida, hay que empujarla..

Decadencia..

Sigo sin saber qué pensar ni qué decir en muchas ocasiones. Padezco shocks semiautomáticos que me dejan parcialmente paralizada, sin posibilidad de movimiento, miro a mi alrededor, como si éste me fuese a dar una solución o alguna respuesta, cuanto menos, creíble.
Pero todo vuelve a ser igual, yo sigo sin hallar la respuesta correspondiente..
Y es que, quizás, yo me caracterizo por eso y no he de darle más vueltas, para qué, si, después de todo, moriré.

En blanco, totalmente..

Hay momentos, como éste, por ejemplo, en los que no se te ocurre nada, en los que tienes un vacío permanente en la cabeza y un sueño imperante que parece no cesar, y no cesa, de hecho. Andas meditabundo sin importante nada más que el propio silencio, el silencio que invade el blanco, que ciega tus ojos y no los deja ver.
Pasan horas y tú sigues mirando a la ventana, intentado que la señora Inspiración se pase por tu cabeza y te de alguna idea prodigiosa que exalte todos y cada uno de tus sentidos, de esas que hacen que puedas escribir sin pensar porque todo te sale desde el hondo fondo del  mar, de tu vida, de tu pensamiento, de tu corazón.

Después de haber estado días ausente vuelvo a escribir, y escribo sobre cuando no escribo a ver si así vuelvo a escribir algo con sentido..

El riesgo de vivir..

Me desperté, era temprano. Ese día decidí salir y airearme, digamos que quise empezar con buen pie la mañana.   Entré en el salón, me tomé un buen café y un par de tostadas, como hacía todas las mañanas, me puse los deportivos, una buena chaqueta, cogí las llaves y desaparecí. Noté muy bien la diferencia de temperatura, sí, hacía mucho frío en la calle, pero eso no fue un impedimento. Saqué las llaves de la moto del bolso, abrí la puerta de la cochera y emprendí una nueva aventura.. la aventura de vivir (con el riesgo implícito), como todas las mañanas.

Esta vez elegí ir a la montaña, respirar aire puro, hacer unas cuantas fotos que me hicieran recordar cuan maravillosa fue aquella mañana, y así hice. Dejé la moto aparcada a pie de montaña, con la cadena agarrada a  una de las farolas que por allí habían, me até bien los cordones y empecé a subir. Qué bien se estaba allí, lo recuerdo perfectamente. Al llegar a la cima un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo, pero no le di mayor importancia. Con la cámara en mano me dispuse a hacer fotos, tenía unas vistas preciosas, sin embargo quise fijarme en los pequeños detalles: Un caracol, las flores, el viento, la maravillosa disposición de las piedras o quizás un simple escarabajo pelotero.. por qué no. Iba a bajar por una pendiente un tanto inclinada cuando, de repente, resbale. La soledad, en ese momento, se pronunció más que nunca, cogí el móvil, móvil, que, por cierto, no tenía cobertura, miré a mi alrededor, y no había nadie, nadie. Mi vida pendía de otras miles, suerte que un árbol me daba alguna que otra esperanza. Es el riesgo de vivir.

¿Crees ahora que el riesgo de vivir sea sólo una frase hecha?, ¿Crees ahora que el riesgo de vivir acecha?