lunes, 10 de enero de 2011

En blanco, totalmente..

Hay momentos, como éste, por ejemplo, en los que no se te ocurre nada, en los que tienes un vacío permanente en la cabeza y un sueño imperante que parece no cesar, y no cesa, de hecho. Andas meditabundo sin importante nada más que el propio silencio, el silencio que invade el blanco, que ciega tus ojos y no los deja ver.
Pasan horas y tú sigues mirando a la ventana, intentado que la señora Inspiración se pase por tu cabeza y te de alguna idea prodigiosa que exalte todos y cada uno de tus sentidos, de esas que hacen que puedas escribir sin pensar porque todo te sale desde el hondo fondo del  mar, de tu vida, de tu pensamiento, de tu corazón.

Después de haber estado días ausente vuelvo a escribir, y escribo sobre cuando no escribo a ver si así vuelvo a escribir algo con sentido..

1 comentario:

María Sarmiento dijo...

Hay días en que uno no sabe qué decir, no porque no tenga que decir nada al mundo, sino porque son tantas las cosas que pasa como con las enfermedades del señor Burns: todas intentan pasar la puerta de tu cerebro a la vez, y se encajan ahí, en el marco, y no pueden hacerlo.

Ya volverán Clío, Melpómene, Calíope, Erato o Talía a tu lado, no sufras por eso.