Vida perruna..

Tengo una perra, aquí, a mi lado.. Es negra, pequeñita y sobable. Tiene el pelo algo largo, muy poco, manchas marrones que le caracterizan, que hacen aún más dulce su cara y, sus ojos.. sus ojos brillan y deslumbran, piden amor, caricias y algo de comida, también.. Suele estar calentita, y no le gusta que le toque con las manos frías, no es tonta, no. Me encanta que al llegar a casa, me reciba moviendo su rabo, y dando pequeños saltos al rededor mía, como dándome las gracias. Lo que ella no sabe es que yo soy quien tiene que tiene que dárselas.

Me levanto temprano y ella conmigo, supongo que cuando salgo de casa se acuesta otra vez hasta que yo llego, comerá algo y ya está.. Qué a gusto, qué vida la suya..

Si bien es cierto que a todos nos gusta descansar de vez en cuando, sentarnos en el sofá y esperar a que los milenios pasen, sin ni siquiera verlos venir.. Pero, ¿De verdad estaríamos dispuestos a pasarnos así el resto de nuestra vida? Yo, por lo menos, no.. No soy muy activa, es más, me considero tranquila y paciente.. Soy persona que quiere disfrutar de sus capacidades, pues alguien o algo, alguna cosa extraña y, quizás perruna también, por qué no, nos doto de boca, dedos, cerebro, conciencia y, aunque ello implique responsabilidades, me gusta poder hacer uso de éstas características tan peculiares que nos diferencian del resto del reino animal, a pesar de que, a veces, queramos ocultarlo detrás de la máscara oscura de la sociedad..