jueves, 28 de abril de 2011

Amargamente cierto

Voy a dejar por aquí, porque me parece preciso y oportuno, un relato que me acaban de comunicar que ha resultado ganador de un concurso de microrrelatos. Espero que os guste:

Presta atención, escucha, el pájaro no pía. Mira, las hojas del árbol no bailan con el viento, las montañas ya no decoran el paisaje, y los edificios crecen por momentos. Los bosques no son bosques porque no hay quién los habite. El aire ya no es transparente, tampoco insípido, ni las nubes son blancas.
¿Dónde estamos? La cigüeña ya no pone huevos encima del campanario porque no está su nido. Los caracoles adelantan a las liebres, las serpientes ya no mudan sus pieles y los humanos no se percatan de ésto, están demasiado ocupados con ellos mismos y sus penas.
Si te das cuenta ambos estamos cayendo al vacío, ni siquiera el suelo está donde estaba, y el cielo que antes iluminaba ahora engulle.

viernes, 22 de abril de 2011

Humanidad, simple y llana humanidad..

No sabría por dónde empezar al hablar de los inconvenientes de la humanidad, al igual que tampoco sabría hacerlo con las buenas cosas que ésta tiene, aunque sería más fácil y no resultaría tan, por decirlo de alguna manera, provechoso.
Pensando en alternativas siempre surgen impedimentos, pero en nuestra condición de seres inteligentes deberíamos, sin dudarlo un momento, poner en marcha las menos contaminantes, peligrosas, perjudiciales y las más ecológicas, beneficiosas y sostenibles, aunque ello implique que tengamos que reducir nuestro consumo, cambiar un poco nuestra mentalidad, en definitiva, aunque solo sea un poco, porque con poco de muchos se pueden hacer grandes cosas..
¿Por qué hemos evolucionado así? Cada vez más, siempre queremos más, aunque tengamos lo suficiente, aunque nos sobre., algo así como, quién más tiene, más vale. ¿Por qué no evolucionamos como una sola familia, sin condiciones, sin estereotipos, sin prejuicios? Por qué no ser una familia de humanos con un hogar que todos hemos proteger y cuidar como si fuéramos nosotros mismos: la Tierra..
¿Cómo sería nuestra vida ahora si lo hubiésemos hecho así? Aunque claro, es fácil decirlo sin haber vivido las guerras y conflictos bélicos que dieron lugar hace años.
¿Y si en el cielo hubiera una pancarta diciendo que
la única guerra que se gana es la que no empieza..?

Sólo hemos de fijarnos en cómo unos fragmentos de papel tosco de colores con números impresos y una serie de garabatos alrededor nublan nuestra cabeza hasta el punto de no saber qué hacemos, ni por qué queremos ese papel que nos permite, según algunos, vivir mejor. Sólo hay que ver cómo día a día nos atacan con anuncios de cientos de productos diferentes pero con la misma finalidad de empresas distintas que compiten para ver quién consigue más papel tosco y cuál hundirá a la otra empresa y después poder así sentirse orgulloso de formar parte de una empresa que ha dejado sin papel tosco “para poder vivir mejor” a las otras personas que trabajaban para conseguir más papel tosco, papel tosco con el que los “grandes mandatarios”, que se supone que velan por nuestra seguridad y bienestar, comprarán más papel tosco y así se producen miles de bucles infinitos sin sentido ni orden, sólo el de conseguir papel tosco y una serie de redondeles de metal para “vivir mejor”, para comprar cosas que nos harán “disfrutar más de la vida”..

Vivimos demasiado rápido, agobiados, estresados por conseguir dinero, por ser el que más máquinas innovadoras tenga o el que más ropa posea, pero tiene que ser ropa con un logotipo concreto que, posiblemente, haya sido fabricada por las manos de un niño que ni siquiera sepa que es eso que nosotros llamamos dinero, por un niño que debería estar jugando al balón debajo del sol o quizás leyendo un libro debajo de un árbol.. por un niño que debería tener una infancia en condiciones y al cumplir catorce años mirar sus rodillas, ver una cicatriz y acordarse de cuán maravillosa fue su niñez, y cómo le contaba a su madre la primera vez que montó en una bicicleta sin caer. Somos nosotros lo que por dinero quitamos a los niños esa infancia que nosotros tuvimos, y no importa, porque nosotros sí disfrutamos de ella, lo demás “da igual”..

No hay más que observar cómo nosotros “evolucionamos”, nos “desarrollamos” y los países tercermundistas siguen siendo tercermundistas y nadie dice nada, nadie grita, tampoco ninguno llora. No somos capaces de dar un poco de lo “nuestro” al que no tiene nada y equilibrar la desigualdad que cierne a nuestro planeta a estas alturas..

Es curioso ver cómo reclamamos la paz, vociferamos desde nuestros sillones con nuestro egoísmo bien colocado a nuestra derecha (o a nuestra izquierda) dependiendo de en qué mano tengamos la avaricia, a no ser que la solidaridad ocupe nuestro cerebro y algo de nuestro corazón y ya no sea tan dura ni fría la realidad, y pretendamos, de verdad, actuar, informar, sin más beneficio que el de una vida digna para todos y cada uno de nosotros.. También es difícil hablar de paz teniendo en el mundo armas nucleares, armas de fuego, armas blancas y personas que serían capaces de utilizarlas contra otras personas sin un motivo realmente importante, porque no lo hay, por más que busquemos, no lo hay, ni lo habrá, porque nadie es quién para matar a nadie, de ninguna manera.
Hemos de pensar que no somos dueños de la Tierra, pensemos que vivimos de prestado en una casa de alquiler que debemos devolver tal y como nos la dieron, e incluso mejor.

Afortunadamente, estoy hablando en general.

domingo, 17 de abril de 2011

¿De verdad somos nosotros los civilizados?

Nosotros, los “humanos”, los que poseemos la tecnología, los avances médicos, las mejores oportunidades y recursos, los que soñamos con un mundo mejor, los que somos “libres”. Los “civilizados”.

Compramos tierras, no cuidamos los ríos, ni a nosotros mismos, contaminamos el aire que nos permite seguir vivos, talamos indiscriminadamente los árboles que eliminan el dióxido de carbono sobrante y nos proporciona oxígeno, maltratamos a la fauna que nos debería acompañar durante todo nuestro camino y ya de paso destruimos el camino, no para crear otro, si no para estancarnos en el mismo lugar, curiosamente, el mismo desde el que no se ve ni la puesta de sol ni el amanecer.
Nos guiamos y dejamos dirigir por trozos de papel de colores y por círculos de metal con un dibujo impreso.. Quien más papel y círculos tenga más influyente será en la sociedad, y más valor tendrá su opinión que debería ser como cualquiera de las nuestras.

Nosotros, los grandes reyes del mundo, los dominadores de todo ser, a todos nos comemos y nadie nos come, la raza sin medio diría yo.
Tierra, Tierra que nos cuida y nos proporciona todo lo necesario para vivir, y hacerlo bien, nosotros, como siempre, si nos dan la mano, cogemos el brazo, y eso hacemos, agotamos recursos, acabamos con vidas que no son las nuestras, nos damos el derecho de matar a personas por ser gente cualquiera cuando, posiblemente, sean más humanos ellos que nosotros, sí, más civilizados los indígenas que la propia civilización..

¿Quién cuida a la Tierra sobre la que planta su choza como si fuera su hermana, quién cuida al río como si fuera suyo (que no lo es, ni nuestro tampoco), quién enseña a sus hijos a valorar el medio ambiente sobre todas las cosas? Ellos.

Acabo de generalizar el lado negativo de todo ser “civilizado” pero también los hay buenos, no creáis que no.
Todavía existe aquel que sobrepone al humano antes que a los billetes, y aquel que trabaja día a día para conseguir descubrir algún recurso que no nos contamine ni nos mate lentamente al mismo tiempo que lo utilizamos, todavía existen los “extraños” como dije en el anterior texto, y si de alguna cosa estoy más que orgullosa, es de todos ellos.
“La gente que odia a gente por ser gente, desde luego, no son personas..”

miércoles, 13 de abril de 2011

Pequeñas reflexiones I

¿Qué más da rojo, verde, negro amarillo que azul? Todos son colores, y en nuestro caso todos somos humanos. Al igual que no hay razón ni motivo por los cuales matar no hay justificación ninguna para poder discriminar por el color de la piel, ideología, sexo o religión de cualquier persona en cuestión.
Innatos deberían ser derechos como el hablar libremente, vivir y comer. No deberían estar impresos en papel pues sólo el hecho de existir implica el  respeto a ti mismo y a los demás, o eso quiero creer yo.
Todos nacemos de la misma manera y al final, todos polvo seremos, sin excepción alguna. Queramos o no, convivir en el mundo con otras personas es algo que nos toca hacer y conseguir hacerlo de una manera amena y llevadera es responsabilidad de todo el que en éste mundo habita.
Cuando el color de los ojos importe más que el de la piel, cuando en un mundo global el hecho de buscar comida en otra tierra no te convierta en ilegal se verá el triunfo del amor contra el odio. Si bien cabe destacar que ilegal no es la persona, sino el hecho de dejar que todo ésto suceda y que hablar de libertad no es sólo ir contra el opresor.
Hay quién se queja de que el inmigrante quita horas en la empresa pero yo digo que más quita la consola que es japonesa y nadie se queja.

"No se me ocurre un problema más tonto, ni más obvio que este, pero al igual que con los derechos humanos si no lo dejas plasmado no se toma en serio.."

Contra el racismo

Merece la pena escuchar con detenimiento la letra y después intetar ponerlo en práctica, a poder ser.

martes, 12 de abril de 2011

¿Hay punto intermedio?

Ni mucho ni poco, en el centro es donde mejor se está.. ¿Pero es así en todas las cosas y en todos los ámbitos? ¿Se puede ser capitalista a medias, comunista a medias? Un punto intermedio entre lo bueno y lo malo es bueno, es malo.. ¿Qué es?
Con esto no quiero decir que el conformismo sea ideal.. ¿Se puede ser conformista a medias?

¿Se puede ser a medias, se puede vivir a medias?

Sólo es curiosidad.

sábado, 9 de abril de 2011

De lo que des recibirás..



Se escucha en la soledad de la noche el sonido de las excavadoras, el sonido frío del dolor y los llantos que éstas provocarán. Las luces cegadoras que alumbran su paso irrumpen la tranquilidad que solíamos tener. Un golpe estratégico a la vida, un jaque mate a la belleza natural. Humo, gas, huele a petróleo, se escuchan sierras y esto equivale a destrucción. Especies sin hogar, vidas fumigadas, como si de unas malas hierbas se trataran. Se acercan, el suelo tiembla, la tierra llora, mis hermanos gritan porque sus hojas ya no se mueven. Lo que ellos no saben es que la fuerza de las vidas que, por su culpa, ya no lo son, las tenemos nosotros multiplicadas por mil.
Tres metros nos separan, poco falta ya para que comience mi calvario. Antes de que me talen prefiero inclinarme hacia ellos y que la gravedad haga el resto.

Ciertamente amargo..

Presta atención, escucha, el pájaro no pía. Mira, las hojas del árbol no bailan con el viento, las montañas ya no decoran el paisaje, y los edificios crecen por momentos. Los bosques no son bosques porque no hay quién los habite. El aire ya no es transparente, tampoco insípido, ni las nubes son blancas.
¿Dónde estamos? La cigüeña ya no pone huevos encima del campanario porque no está su nido. Los caracoles adelantan a las liebres, las serpientes ya no mudan sus pieles y los humanos no se percatan de ésto, están demasiado ocupados con ellos mismos y sus penas..
Y, si te das cuenta, ambos estamos cayendo al vacío, ni siquiera el suelo está donde estaba, y el cielo que antes iluminaba ahora engulle.

miércoles, 6 de abril de 2011

Extraños del mundo

Vamos a alquilar una casa -y quizás comprarla- donde crecí. Cuando era pequeño, escúchame bien, los pájaros conmigo cruzaban miradas, veía al espantapájaros atónito, como inmóvil, mirar al horizonte sin lograr distinguirlo. Donde no exitían ventanas, porque todos poseíamos la libertad que unía hablar, actúar y pensar. La conspiración no era más que palabra sorda que inventaron aquellos para que no formara parte de nuestros recuerdos ni memoria.  Sin explicación alguna, yo no la encuentro, ahora estamos aquí, como si nada, relatando historias de un mundo al que, a pesar de no ser mío, le tengo mucho aprecio, y más a sus extraños, aquellos que luchan por la paz total, por la no guerra, por un lugar libre y no contaminado, aquellos que luchan de manera altruista, por amor al arte, por amor al resto de la humanidad, por amor a ellos mismos, por amor a todas y cada una de las cosas que con ellos habitan en ese tal planeta llamado Tierra. Esos que parecen seguros de cuál es su rumbo..

Ayúdame a recoger y sube a la nave. Vamos de vuelta.

A pesar de las mil cosas en contra de los humanos, de la Tierra, del uso de los recursos hemos de tener claro que nosotros mismos somos humanos, y como tales, cometemos errores, incluso los cometemos adrede.. Pero y qué.. ¿No quedan los extraños? Todos caemos en el mismo saco cuando hacemos mala referencia a la humanidad. ¿Y los que luchan día sí, día también por un mundo mejor para todos de manera altruista? Somos humanos, y como tales, todos podríamos ser los "extraños" para conseguir un mundo mejor.

Alguien que haya vivido en este mundo, al recordarlo, no lo rechazará ni malpreciará, pues es el único que tenemos..

martes, 5 de abril de 2011

La necesidad de gritar..

Tan necesario como puede ser comer, descomer, hablar, beber, movernos es gritar. Así por lo menos yo así lo considero..


Y no, con gritar no refiero a ir pegando gritos como una loca por la calle (Aunque para desfogarse no está mal eso..) quiero hacer referencia con dicha palabra al hecho de hablar y compartir mi opinión con otras personas, escuchar también las suyas, expresar penas, pesares y también alegrías conjuntamente y sin miedo.

Gritar.. qué bien suena.

Dormir, también quiero dormir y destruir cosas.. Desahogue definitivo.

¡DECIDIDO!

lunes, 4 de abril de 2011

Como con un muro..

Ante injustas cuestiones relevantes en nuestra vida siempre nos han dicho (por lo menos a mí sí) que hay que gritar, denunciar, y no parar hasta que se lleven a cabo las soluciones pertinentes..
Con el paso del tiempo hemos de crecer irremediablemente en cuanto a lo físico se refiere, lo intelectual y maduro ya es otra historia.. pasan los años, y.. ¿Quién reivindica, quién grita?


Nos conformamos con lo nuestro, sin querer saber nada más de ninguna otra persona del planeta..

Rompamos pues todo muro sobornado por altos cargos que tapie la salida hacia la libertad de todo habitante del planeta..

¡Ánimo!