sábado, 9 de abril de 2011

De lo que des recibirás..



Se escucha en la soledad de la noche el sonido de las excavadoras, el sonido frío del dolor y los llantos que éstas provocarán. Las luces cegadoras que alumbran su paso irrumpen la tranquilidad que solíamos tener. Un golpe estratégico a la vida, un jaque mate a la belleza natural. Humo, gas, huele a petróleo, se escuchan sierras y esto equivale a destrucción. Especies sin hogar, vidas fumigadas, como si de unas malas hierbas se trataran. Se acercan, el suelo tiembla, la tierra llora, mis hermanos gritan porque sus hojas ya no se mueven. Lo que ellos no saben es que la fuerza de las vidas que, por su culpa, ya no lo son, las tenemos nosotros multiplicadas por mil.
Tres metros nos separan, poco falta ya para que comience mi calvario. Antes de que me talen prefiero inclinarme hacia ellos y que la gravedad haga el resto.

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