sábado, 19 de febrero de 2011

El tiempo en sus manos..

Tiene los ojos cansados y un brillo incesante en su interior, desprenden fuerza, vida, puedo ver el cielo en ellos. Ojos verdes, azules, amarillos, quizás transparentes como la mar, como su amor, qué más da.. Ojos viejos, agotados y a la vez serenos, tranquilos, ya han vivido lo vivido, saben pues que les espera, tarde o temprano, un descanso largo y tendido. Sus arrugas demuestran valía en esto de existir, también sabiduría, inmensos instantes en el mismo planeta, no creo haber sentido jamás envidia tan sana. Tuve la oportunidad de agarrar sus manos, secas, agrietadas por el frío del rocío en una dura mañana de trabajo en el campo.
No sé exactamente qué se le pasaba por la cabeza en ese momento, tampoco sé si sabía que estaba allí, con ella, aunque eso no importa ahora. A pesar de permanecer en la cama, transmitía fortaleza y ánimo.. Sé que si derramó alguna lágrima fue la más hermosa de entre todas ellas, sé que si esa lágrima tuvo el valor de salir y resbalar por la, ahora, desgastada mejilla de la mujer que yacía tumbada a mi izquierda, fue únicamente de alegría y regocijo, pues no experimentó pena, por lo menos, no delante mía. Ésta donadora de vida me protegió de la malicia de la humanidad, luchó contra viento, marea y tempestad.
Recojo, sin querer queriendo, los pétalos de la rosa marchita que ahora, sin más, vislumbro allá, en el horizonte, con intenciones de partir hacia no sé dónde, hacia algún lugar. Puedo afirmar, sin hipótesis ni suposiciones cojas, que ésta mujer no viaja sola.. puedo asegurar, también, que mis huellas le acompañaran, para que cuando yo me vaya sepa en qué lugar está..

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La vida pasa. Unos van, otros vienen.
Estamos aquí de paso, pero es NUESTRO paso, y queremos hacerlo lo mejor posible.
Algunos, incluso, pretenden dejar huella.
Pero una simple mirada, de cualquiera de estas personas, basta para mostrarnos todo de lo que somos capaces.
¿Lo haremos?

Marina Muñoz dijo...

Lo haremos. Sólo hay que ver el hermoso don que se nos concede al nacer, ser humanos. Ahora ya, cada uno elige si quiere ser persona o gente.

Anónimo dijo...

En realidad, todos somos personas y gente a la vez. Muchas influencias externas, en esta sociedad capitalista, nos incitan a ser sólo gente, los mismos borregos que pastan del mismo campo; ese campo que pertenece a unas pocas personas.
Pero, afortunadamente, todos, dentro de nosotros mismos, somos personas, y podemos, en mayor o menor manera, rebelarnos contra estas imposiciones y ser más personas que gente.
Me gusta tu comparación entre los dos términos. Pero también es bonito pensar que todos podemos ser personas........
Si nos dan la oportunidad.

Marina Muñoz dijo...

Nunca me lo había llegado a plantear así, alguna que otra vez he dicho que hay mundos y submundos, artificiales y reales.. pero nunca que pudieran haber personas dentro de gente. Aunque quizás la gente no se comporte como personas porque no hayan tenido oportunidad..
Es cierto, ¿Por qué no confiar en que, algún día, espero, no muy lejano, todos seamos personas? Y si no todos, casi todos.. Capitalismos.. necesitamos el dinero para vivir, no el abuso del mismo. "Cuanto más tengo, más quiero" supongo que ahí está uno de los principales principios capitalistas, cosa que es un poco triste..
Confiemos en la humanidad, pues, confiemos en que no esté sorda..

Anónimo dijo...

Confiar......
Oportunidad.....
Personas....
Algún día....

Estas exprestiones en tu comentario son un muestra de que también se puede afrontar el futuro con una sonrisa.

No todo está perdido, y muchas, muchas grandes cosas nos quedan todavía por pasar.

Marina Muñoz dijo...

Digo yo, ya que tenemos vida, disfrutémosla, y si puede ser (que puede ser) ayudando a los demás.
Gracias.