Hay un gato negro, me mira silenciosamente
Su reflejo eclipsa las mentiras, mientras.. miente
Hay un gato negro, en la ventana de enfrente
Gira la cabeza, vuelve a mirar, imprudente
El gato negro miró por segunda vez y por segunda vez se encontró lo que en la primera, quizás, pudo haberle sorprendido. La tercera hizo de sus ojos verdes platos gigantes, asustados y temerosos. Pobre gato, qué pena daba.. La cuarta el gato murió, yo sé por qué y algún día, con suerte, lo diré..
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