miércoles, 15 de junio de 2011

Las cosas, nuestras cosas y los cuidados. Sobrevivir o vivir, tú eliges.



Mira a tu al rededor, estamos rodeados de cosas, distintas, de diversos colores y formas, sin embargo, nos pasamos la vida interactuando con ellas, las compramos, miramos, tocamos y compartimos hasta que nos cansamos de tenerlas porque estorban o dejan de cumplir la función que tenían y pasan de ser recursos a ser residuos, de los cuales te desharás y olvidarás como si nunca hubieran pasado por tus manos, como si detrás de ellos no hubiesen personas, personas como tú y como yo que dedican un tiempo, esfuerzo, y en algunos casos hasta salud, personas que conocen a personas que también utilizan cosas, formándose así una cadena de sucesos, encadenados unos con otros mediante nostros, somos parte del proceso, la parte más importante diría yo, somos los recursos de las cosas y, las cosas, nuestros recursos. Y es que acostumbramos a no ver más allá de lo material que tenemos delante, dejándonos así de importar su procedencia, ni el tiempo que habrán empleado los que han hecho posible que tú tengas dicha cosa en las manos y puedas disfrutar de ellas.. ¿No sería genial que todas las cosas que compramos vinieran con la información de cómo han sido fabricadas, por quién y qué recursos se han utilizado para ello? ¿Nos sorprendería? Así sí sabríamos realemente qué cosas compramos, un consumo responsable, lo llamaría yo.

Tenemos la capacidad de cuidarnos, tenemos una dimensión humana en la cual entra lo no material y son las que "fabricamos" cada uno de nosotros desde nuestro interior, desde lo que en realidad sentimos, conforme a eso actuamos y de dichos actos se obtiene la reacción de otra persona afín o no a nosotros. Con ésto, siendo conscientes, hemos de saber que podemos herir tanto física como moralmente, incluso hacer entrar en una depresión a alguien y de la misma manera contentar y crear un buen ambiente entre todos nosotros. 
Es importante saber que de ésto depende una parte importante de nuestra salud, y saber valorarlo. También que ésto es realmente necesario, más que tener un gran coche o una mansión enorme, pues.. ¿De qué nos serviría estando solos, no pudiendo compartirlo con nadie? De nada. Sin embargo, podemos estar realmente bien no teniendo esa enorme mansión pero sí personas con las que aprovechar el tiempo y realizarse como persona y ayudar a la realización personal de los demás, unos a otros, el poder, saber y querer hacer sentir bien a las personas que nos rodean o a cualquier otras con las que tengamos un mínimo contacto. Son comodidades necesarias de las que todos deberíamos poder disfrutar. 


Si hiciésemos una selección de las maneras de vivir podría dividirse en dos. "Vivir", que sería y es el hecho de incluir los cuidados en nuestra vida, incluir a las personas y tener en cuenta sus sentimientos a la par que ellas los nuestros, independientemente de que tengamos más o menos comodidas, sí las necesarias, como pueden ser el agua, un techo, un trabajo con el cual poder sentirte realizado y comida. Podríamos, con ello, vivir dignamente y disfrutando plenamente de lo que la naturaleza nos brinda, del aspecto humano de las realaciones y, como he dicho antes, los cuidados. 
Al segundo grupo podríamos llamarlo "Sobrevivir" que consiste en, simplemente, el hecho de conseguir más y más cosas, sin importar el cómo, aplicando lo de "El fin justifica los medios", el sumergirse en una sociedad totalmente consumista, cebada por el querer más y más cosas cambiando las caras por billites y éstos por "poder" sin darse cuenta de que, al final, el dinero y la cantidad de cosas que se podrían adquirir, los lujos y demás comodidades innecesarias se quedarán en tierra cuando nos vayamos. Un consumismo que te venda los ojos y que no te deja ver más allá de lo material. 

Una sociedad capitalista y consumista en su máximo exponente siempre tendrá su enorme tasa de superficialidad, mientras que una sociedad social necesitará siempre su enorme porcentaje de humanidad, ¿Por cuál optamos?

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