Si me dieran a elegir entre mi vida y otra elegiría la que tengo, lógico, soy yo como tú eres tú, y nadie mejor que mi persona puede saber como tratar por dentro a alguien como la que ahora escribe. No digo que mi vida sea difícil, porque no lo es. Sé que las hay mucho peores que la mía, cosa que me suele entristecer cuando me paro a pensar.
No sabemos lo que tenemos y por eso no lo apreciamos, vamos por la vida con la mochila a cuestas cuando otros no tienen zapatos, y no, no es directamente nuestra culpa, pero si nos paramos a pensar aquel que no actúa de alguna manera, la que sea, por muy minúscula e insignificante que parezca ("parezca", que no es lo mismo que "sea"). Por eso me imagino como una misionera o voluntaria, viajando por el mundo y ofreciéndole mi vida a quienes lo necesitan. Para todo hay tiempo si nos programamos bien.
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