Miró a su alrededor, y vio que no había vuelta atrás. Le gustaba lo que veía, el monte, un gran camino kilométrico lleno de piedras y algún que otro puente, aire puro y eso era lo que de verdad buscaba. Tranquilidad, paz, poder respirar a su antojo.
Cogió el libro y gritó esperando que nadie le escuchara: "Todo irá bien, todo irá bien, todo va bien." Lo que ella no sabía es que yo estaba detrás.
Briconsejo: Cuando te aburras, duerme, lee o sal a pasear. De ninguna manera te pongas a ver la tele.
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